El secreto masónico
El secreto masónico
Muchas veces hemos escuchado decir entre el mundo profano que la masonería es una sociedad secreta y que tenemos un plan para conquistar el mundo, mitos que hacen que este sea el aspecto más llamativo de la institución, pero lo cierto es, que no lo tenemos, no tenemos teorías de conspiración en internet, no se intentan derribar ni imponer un gobierno.
La Masonería no es secreta ya que se puede encontrar mucha información sobre nuestra orden en diversos medios. Lo que si hay en la Masonería es el secretismo, pero a los hijos de la viuda nos gusta más denominarle discreción.
Esta discreción oculta que mantenemos los miembros de la masonería está resumida en tres categorías principales:
- Asociados con el reconocimiento: palabras, marchas, tocamientos, todas esas cosas que forman parte de la institucionalidad y de reconocimiento de la orden y que para poder ingresar debes saber responder. Todo esto pertenece al conocimiento esotérico que sólo se enseña a los Hermanos dentro de la institución y que obvio, hayan alcanzado el conocimiento para llegar ahí.
- La parte asociada con el ritual: Más que un secreto es una cuestión de discreción personal. Es el conocimiento oculto que el hermano masón va obteniendo de sí mismo y del universo conforme vaya avanzando de grado, es una experiencia personal que no se transmite a nadie más. Además los rituales masónicos desde un inicio se consideran una forma de “depuración” de la logia.
- Y la información sobre los integrantes de la orden: esta es una cuestión más de respeto, pues no se debe revelar la identidad de algún Hermano sin su consentimiento.
Los secretos masónicos han subsitido hasta nuestros días porque nosotros, los masones actuales, hemos conservado las tradiciones sobre el cuidado y discreción, cualidades clave para que la organización perdure y se prevenga que los curiosos entren a los templos sin haber pasado por un proceso de iniciación masónica.
Los que pertenecemos a la orden, entendemos que la masonería puede ser al mismo tiempo discreta y secreta dependiendo desde que punto de vista que se analice. No ocultamos ni decimos más de lo necesario. Cuando un Hermano revela su pertenencia a la orden, no hay motivo para avergonzarse, sino por el contrario, este carga con una institución de muchos años de existencia y que a lo largo de la historia ha fomentado el desarrollo de la humanidad, con gran orgullo y honor al igual que nosotros puede decir “Soy masón”.